domingo, 11 de septiembre de 2011
martes, 21 de julio de 2009
Acerca de la lectura de "Escrituras" de Noé Jitrik


Es curioso pensar que un renombrado escritor, crítico y teórico de la literatura se haya criado en un ambiente en el que la lectura y la escritura pasaron de ser percibidas. En este texto, Noé Jitrik, explora, en sus recuerdos infantiles, cuál era el espacio que estas dos actividades ocupaban en su entorno familiar.
Se trata de una típica familia judía, proveniente de algún pequeño pueblo castigado por la Rusia zarista de fines del Siglo XIX. La tierra prometida es América y el sitio en el que anclan es un remoto pueblo pampero. Y en esas primeras imágenes que teje la memoria, las mujeres cosen, dialogan, son inteligentísimas y rápidas para preguntas y respuestas, pero son analfabetas. Los hombres ofician de rabinos, un hermano mayor trabaja en el correo, el padre intenta montar una fábrica de gaseosa, actividades todas que implican un cierto manejo de la lectoescritura.
La escritura adquiere, en el ámbito familiar, cierto status pero sólo a los fines prácticos. Sin embargo, tanto lectura como escritura, son operaciones que la memoria no trae como actos cotidianos, palpables en alguna imagen, “… escribían, pero sin que se notara,…” dice Jitrik. Noé niño no observa en su casa prácticas de escritura pero las presupone. Presupone, por ejemplo, la escritura de cartas. Las que su padre le escribe a los alejados parientes. El padre lee en voz alta y para todos, las cartas que recibe pero no las que escribe, ni siquiera ve cuando las escribe (¿Las escribe?). Y aparece el dilema identitario respecto a la lengua. Son rusos, rusos judíos y probablemente bolcheviques. La oralidad, incluyendo esta lectura en voz alta, abre la pregunta del idioma y con ella la relación entre la lengua y la identidad. Por un lado, evoca lo religioso y lo ritual de la lengua en la comunidad judía en la que las ceremonias se realizan en hebreo y en la cotidianeidad, hombres y mujeres, se expresan en idish. Por otro lado, el ruso que no comparte ni siquiera los grafemas con el español. Noé niño no recuerda, seguramente inmerso en esos tantos idiomas que circulaban en su infancia, en qué idioma ocurría cada actividad vinculada al lenguaje dentro del ambiente familiar. Y la misma pluralidad deja esa marca de indefinición y se vuelve fuerte aquello que se hace, más que lo que se dice. Los contornos que va reviviendo y resignificando se funden en la forma y no en el contenido.
Asimismo, el pueblo que aparece en estos primeros recuerdos puebla las calles de lenguajes tan diversos que lo alejan del contexto geográfico en el que realmente suceden “…: si alguien hubiera podido entrar en las casas y recorrer las calles del pueblo escuchando las conversaciones se habría creído en algún lugar de Europa, no en la misteriosa pampa argentina”.
Y es en medio de esta Babel que aún en un contexto de desinterés particular por la lectura y la escritura, el niño evocado o, mejor dicho, la evocación de estos recuerdos, casi caóticos, casi en penumbras, resignifica su propia historia con la lengua. Esta misma historia que habilita (conciente o inconcientemente) luego; en un principio, desde lo escolar, hasta el hombre de letras; esta relación potente con las palabras.
sábado, 23 de agosto de 2008
TODO

TODO (Charles Bukowsky)
Los muertos no necesitan aspirina
o tristeza supongo.
pero quizás necesitan
lluvia
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.
Cigarrillos no,
nos dicen
pero un lugar donde
arder.
O nos dicen: espacio
y un lugar para volar.
Da igual.
Los muertos no me necesitan.
Ni losvivos.
Pero
quizás
los muertos se necesitan
unos a otros.
En realidad necesitan, quizás necesitan
todo lo que nosotros necesitamos.
Y necesitamos tanto.
Si sólo supiéramos qué
es.
Probablemente es
todo.
Y probablemente todos nosotros moriremos
tratando de conseguirlo.
O moriremos
porque no lo conseguimos
Espero que cuando yo esté muerto comprendáis
que conseguí
tanto como pude.
domingo, 15 de junio de 2008
Los derechos imprescriptibles del lector
1- El derecho a no leer
2- El derecho a saltearse las páginas
3- El derecho a no terminar un libro
4- El derecho a releer
5- El derecho a leer cualquier cosa
6- El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual)
7- El derecho a leer en cualquier lugar
8- El derecho a hojear
9- El derecho a leer en voz alta
10- El derecho a callarnos
2- El derecho a saltearse las páginas
3- El derecho a no terminar un libro
4- El derecho a releer
5- El derecho a leer cualquier cosa
6- El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual)
7- El derecho a leer en cualquier lugar
8- El derecho a hojear
9- El derecho a leer en voz alta
10- El derecho a callarnos
sábado, 7 de junio de 2008
sábado, 24 de mayo de 2008
Un poco de mitología griega...
Ártemis o Artemisa (mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate.Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Ártemis impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia. Como Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto
Los libros que más me pegaron

- EL LECTOR B. Schlink
- LOS TRENES VAN AL PURGATORIO Rivera Letelier
- CAPITANES DE LA ARENA J. Amado
- BOQUITAS PINTADAS M. Puig
- EL CAZADOR OCULTO Salinger
- PULP Bukowsky
- LA REVOLUCION ES UN SUEÑO ETERNO A. Rivera
- GEOGRAFÍAS M. Benedetti
- ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS L. Caroll
- VEINTE POEMAS Y UNA CANCIÓN DESESPERADA P. Neruda
- TRISTE, SOLITARIO Y FINAL O. Soriano
- LA FURIA Y OTROS CUENTOS S. Ocampo
- SECRETOS DE FAMILIA B. Cabal
- CIEN AÑOS DE SOLEDAD G. G. Márquez
- NIEBLA Unamuno
- FARENHEIT 451 R. Bradbury
- ROMEO Y JULIETA W. Shakespere
- RAYUELA J. Córtazar
- OBRAS COMPLETAS A. Storni
- EL NOMBRE DE LA ROSA u. Eco
- MISALES M. Di Giorgio
- TIRANO BANDERAS V. Inclan
- MADAME BOVARY G. Flaubert
- EL LOBO ESTEPARIO H. Hesse
- LA MUJER JUSTA S. Marai
- ENSAYO SOBRE LA CEGUERA J. Saramago
- EL FIN DE LA HISTORIA L. Heker
- VITO GRANDAM Ziraldo Alves Pinto
- EL PERFUME P. Suskind
continuará...
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)

